La Unión Europea permite cualquier tipo de signo para ser una marca, como palabras, dibujos, letras, cifras, colores, forma del producto o su embalaje, o sonidos.

Desde el 1 de octubre de 2017, se eliminó el requisito de representación gráfica para las marcas, gracias a la modificación del Reglamento (EU) 2015/2424. Esto significa que si tu marca pertenece a una categoría aceptada y puede ser representada en los formatos aceptados, puedes presentarla como solicitud sin necesidad de representarla gráficamente.

Presentar una solicitud en línea en un idioma permite obtener un registro único válido en todos los Estados miembros de la UE. Al registrar una marca de la UE, su titular obtiene el derecho exclusivo de usarla en los Estados miembros actuales y futuros de la UE a un costo razonable. Además, se le concede el derecho a hacer valer su marca en un mercado de casi 500 millones de consumidores. Las marcas de la UE tienen una duración de 10 años y se pueden renovar indefinidamente por periodos de 10 años.

Después de recibir la solicitud, la Oficina de Marcas la examina y gestiona. Una vez que la marca ha sido registrada, puede ser renovada de manera continua cada década (cada 10 años) sin límite de renovaciones.

Después de presentar la solicitud de registro de marca, la EUIPO revisará si tu marca cumple los requisitos para ser registrada. Si se detecta algún error o se plantea una objeción, se notificará y habrá un plazo de dos meses para corregirlo. Se puede solicitar una prórroga de dos meses adicionales para preparar la respuesta, pero se debe justificar. Si ningún tercero presenta objeciones en el plazo de tres meses desde la publicación, la marca se registrará y se publicará. Esta publicación se realiza para que los titulares de otras marcas y el público en general sepan que la marca en cuestión pertenece al titular registrado.